Una Noche Desastrosa
© Francisco Gabilondo Soler " Cri-Crí el Grillito Cantor"


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L os lamentos del perrito continuaban ya entrada la noche cuando la luna asomo tras el tejado, para mitigar su dolor Cri-Crí trato de frotarle la encía con un dedo y lo único que consiguió fue ganarse una mordida muy poco amable, los buches suelen calmar el dolor de muelas mas no hay perro que sepa hacer buches a menos que sea perro de circo, Cri-Crí se acostó y trató de pegar los ojos, las diez… las once… media noche… persistían los aullidos lastimeros.

Cri-Crí no era el único trasnochado, con frecuencia de las ventanas vecinas alumbradas por el claro de Luna partían proyectiles hacia la perrera del can doliente, según el sonido del impacto Cri-Crí podía saber desde su cama si el objeto arrojado era un zapato, una taza o una jarra de peltre. Los zapatos viejos predominaron, pese a tan nutrida artillería el perrito no cerraba el hocico, fue mucho después, quien sabe a que hora oscura cuando por fin dejo de aullar, la noche recobro su silencio, pero a Cri-Crí se le habían ido las ganas de dormir y como no era cosa de pasársela tendido sobre el colchón como una momia despierta, decidió levantarse, se abrigo encasquetándose un sombrero y se puso a estudiar el clarinete, ruidos sordos a través de las paredes, le indicaron que algunos durmientes se habían caídos de sus camas, instantes después otra lluvia de zapatos azoto la ventana de Cri-Crí, este comprendió, desarmo el clarinete y lo volvió a su estuche, pero con los lloriqueos del perro y las desafinaciones de Cri-Crí el vecindario entero se había despabilado de modo que el resto de la noche transcurrió entre fuertes discusiones de política y el canto tembloroso de una señorita que hace desde cuarenta años estudia opera.

Al romper el día todos los del barrio tenían ojeras de eclipse y como al salir el sol la ciudad comenzó a palpitar ruidos modernos Cri-Crí se desayuno con chocolate y con jaqueca, que no hubiera dado por encontrarse en ese momento en Reino Tranquilo, Reino Tranquilo es una región silenciosa donde solo viven un monarca bonachón y un bebe por todo pueblo.


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