La quietud del bosque acabó por aburrir a Cri-Crí en camino hacia la gran Metrópoli lo sorprendió la noche una lucesita brillaba en las tinieblas, dando tropezones Cri-Crí se dirigió hacia el farol, la linterna colgaba sobre la puerta desvencijada de un antiguo mesón, como no había mejor sitio para pernoctar Cri-Crí penetró en la posada, una sola vela adornaba varias mesas rústicas. El mesonero que no se había afeitado en un mes por falta de navaja y de pulcritud le pregunto que deseaba cenar, un vaso de agua y palillo de dientes respondió Cri-Crí, que esta a dieta nocturna para evitar pesadillas, en la mesa próxima, varios tipos patibularios hablaban con palabrotas que no figuran en el diccionario y bebían sin cansarse sendos vasos de un liquido que olía a removedor de pintura, cuando Cri-Crí apuró su vaso de agua y se disponía a saborear los palillos de dientes, los tipos de la otra mesa comenzaron a darse puñetazos, golpe iba, golpe venía, y no dejaron de pegarse hasta que todos estuvieron tendidos en el suelo. --Es así como concilian el sueño--, explico el mesonero al alarmado Cri-Crí y lo condujo a un cuartucho para que descansara, en cuanto Cri-Crí se tendió en la cama sintió que esta se movía, no por ser cama mágica sino por estar llena de insectos sanguinarios. Con el temor de pasar la noche rascándose Cri-Crí prefirió dormir de pie lo que es fácil para un caballo pero muy penoso para un viajero cansado. Al primer canto del gallo Cri-Crí continuo su camino hacia la ciudad y recién apuntaban los rayos de sol, cuando llego a ella, a esa hora temprana, comenzó a admirar las bellezas de la gran Metrópoli, los barrenderos alzaban hermosas columnas de polvo en las calles, los lecheros armaban un alegre estrépito al entregar las botellas, señores elegantes caminando como marineros, sacaban un manojo de llaves, y no atinaban a ensartarlas en las cerraduras de sus casas. Horas después las calles de la ciudad, se llenaron de una multitud huraña, en el campo todos sonríen pro en la gran urbe, quien sabe que pasa, la gente siempre esta irritada a la menos contrariedad se comportan como la olla y el comal, una olla ya se sabe que es, en cuanto al comal, es un disco de barro que se usa en México, para cocinar tortillas mexicanas.
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