L a vida en el bosque es deliciosa pero los bosques del mundo son diferentes, aquellos muy al norte o casi al sur, se cubren de nieve y abundan en fieras que aúllan exigiendo vitaminas. Y los bosques ecuatoriales son tan tupidos y calurosos, que hace falta un machete, para abrirse paso en ellos, cortando rebanadas de aire caliente. El bosque de Cri-Crí es distinto, su paisaje es armonioso y poético sin lobos temibles no temporales violentos, una vez ya lejana, la floresta dejo de ser tan pacifica, porque un ogro malhumorado sentó sus reales en ella, como en el bosque no había niños, que son el postre favorito de los ogros, este bárbaro se puso todavía mas irritado si es que eso fuera posible, con sus bramidos tenia consternada a la gentecilla de pelo y pluma que habita la floresta, un día terrible no pudiendo contener mas tiempo su solera, el ogro tomo ímpetu y echando a correr cuesta abajo se lanzo de cabeza contra una gran roca, el topetazo fue tan fuerte que el ogro se incrusto enteramente en la peña, dejando un boquete, un túnel negro y profundo al que no se atreven a entrar las arañas mas audaces. Después de esa época dramática el bosque de Cri-Crí recobró su acostumbrada tranquilidad, allí los arboles crecen hasta las nubes, y así permanecen hasta el día que se dejan caer, cansados de hacer el centinela durante 500 años, es cierto que a veces llegan leñadores, y derrumban algunos arboles antes de que se cumpla ese tiempo pero como se trata de leñadores muy pobres y considerados que desinfectan sus hachas, y untan con grasa el filo para no dañar la madera, pues teniendo eso en cuenta nadie protesta y el ambiente sigue siendo tranquilo, las únicas inquietas son las ardillas, suben y bajan de los arboles sin cansarse jamas, cascan nueces y cuando se hastían de comer su contenido arrojan el resto al suelo para acarrearlo a sus madrigueras, las ardillas son muy graciosas aunque no sea esa la opinión del señor topo que vive debajo de la tierra, y considera una locura el andar corriendo sobre las ramas de los arboles, pero las ardillas, si son simpáticas lindas y muy conversadoras.
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