Una y otra vez el venadito intenta jugar con su propia imagen Cri-Crí ya le hubiera explicado el espejismo o verse reflejado sobre una superficie liquida pero el venadito huye de todos se comprende que un ciervo sea tímido y medroso, ese apocamiento es a falta de seguridad a falta de preparación. Cri-Crí también comenzó siendo tímido en cuanto la vida le exigió ocuparse en algo paso las de Caín, como muchas personas jóvenes no sabía hacer nada eso sí a falta de experiencia le sobraba imaginación pensando en que podría ganar dinero se le figuro que ser aviador era muy fácil, fue hasta el campo aéreo y comenzó a vagar por las salas de espera mientras llegaban y salían viajeros familiares, pilotos, guapas camareras, Cri-Crí se apoyaba ya en un pie ya en el otro por fin se animo a dirigirle la palabra a un barrendero uniformado que le pareció menos imponente que los demás empleados casi balbuceando Cri-Crí le pregunto si habría algún puesto de aviador.
--Si hay pero para los que saben volar-- contesto el barrendero con una mueca lateral que parecía un escobazo de lado y con ojos burlones le vendió a Cri-Crí un folleto arrugado que explicaba los misterios y técnica del vuelo, el mismo folleto nuevecito costaba tres veces menos en los estantes del puerto aéreo, con labios secos, ojos húmedos y orejas ardiendo en pocos minutos de lectura se entero Cri-Crí de que las cosas eran muy distintas de como las había imaginado el piloto dentro de la cabina del avión lejos de darle vueltas a la hélice con un manubrio como los de los organillos, usa un sinfín de palancas y dispositivos complicados, además debe saber matemáticas, física, geografía, evoluciones, señales, amén de que el organismo de un aviador debe ser mas resistente que el de un albañil, cosa lógica puesto que cae desde mas alto, Cri-Crí renuncio enseguida a su proyecto aéreo.
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