Cazadores Antipáticos
© Francisco Gabilondo Soler " Cri-Crí el Grillito Cantor"


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Aquella mañana la paz de los campos se vio turbada por un lejano rumor, la cosa comenzó mucho antes cuando de repente los venados alzaron las orejas y levantaron una pata delantera Cri-Crí aunque dedicado a la musca esta muy lejos de tener el finisimo oído de los ciervos y por lo tanto no oyó nada, pero los venados jamas se equivocan pasado un buen rato Cri-Crí percibió un alboroto vocinglero aun lejano, varias ardillas escalaron nerviosamente hasta la punta de un pino no tardaron en bajar con la noticia de que se aproximaba un grupo de hombres con palos que brillaban.
--Esos palos deben ser escopetas que reflejan los rayos del sol-- dijo Cri-Crí, sordos ladridos confirmaron su sospecha, y todos los animalitos corrieron a esconderse en lo mas intrincado de la espesura.


Los cazadores todos ellos bien armados y precedidos de la jauría venían vociferando, el arte cinegético exige sigilo, el cazador debe avanzar en silencio para sorprender a su presa, afortunadamente para los animalitos la mayoría de los cazadores insisten en pregonar a los cuatro vientos morrocotudas proezas imaginarias, así venían estos uno contaba como había cazado un conejo de ochenta kilos, su vecino narraba sus aventuras al derribar un enrome tigre que, además de rayado era también cuadriculado, no faltaba un tercero que aseguraba haber atravesado con un solo tiro a veinte patos que volaban en línea recta, el ultimo cazador a voz en cuello porque venia muy atrás juraba haber capturado un gorila con una red para mariposas, cada quien gritaba procurando que su voz dominara a las demás y como de tal amo tal perro los lebreles de la jauría ladraban fanfarronamente como si fueran capaces de morderle las corvas al caballo de Troya, era fácil adivinar que es grupo no dispararía un solo tiro como que no fuera para quemar cartuchos y regresar a casa con menos peso.


Así como llego la vara hunda paso de largo y se alejo. Aun fue necesario esperar un buen rato hasta que los campos recobraran el silencio, entonces Cri-Crí y los animalitos comenzaron a asomar cautelosamente las cabezas todavía estaban asustados con razón! Los cazadores no gastan contemplaciones aun se recuerda en el bosque la trágica desaparición de Cola Bombacha, un venado que era muy simpático, ahora su cornamenta sirve de perchero en la antesala de un ministerio y es fama que en las puntas de esos cuernos, han colgado los sombreros de insignes personajes internacionales, solo que un ciervo jamas podrá apreciar el alto honor de tener contacto aunque indirecto con los cerebros de los políticos, son tan ingenuos los venados Cri-Crí habla de ese candor en esta otra de sus pequeñas canciones.


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