En otro tiempo
cuando estabas
no sé dónde,
Un ceniciento
desdichado era yo
solo, triste, pobre,
implorando a Dios.
El relojito misterioso
de la vida en el destino
nos juntó a ti ya mí.
Desde entonces, amorcito,
eres toda, toda mi alegría
para vivir.
Duerme, duerme,
dulce nene,
que se debe hacer la meme,
pues la noche oscureció.
Ya, ya, ya,
cierra tus ojos ya dormir.
¡Pero ya, ya, ya!