Oye la canción del fuego,
cuando brilla la fogata
bajo el esplendor del cielo
sobre la montaña.
Óyelo cómo crepita,
cuando la brisa lo agita
al soplar entre los pinos
de la sierra huraña.
Entre la cortina
de las ramas del pinal,
penetra el humo
de la resina
cual serpentina
levantada en espiral.
En la flor de fuego,
al mirar encontrarás
diablitos rojos
que saltan cojos
y se retuercen
al alzarse más y más.
Los diablitos de la lumbre
silban al tirar
ardientes chispas
que como avispas
se van volando
con encargo de incendiar.
El conjuro de los diablos
es causar el mal
echando fuego
por todo el bosque,
y hacer que enrosque
las ramitas del pinal.