Por un real decreto que ha lanzado el rey Bombón,
todos callan en el bosque al ponerse el sol.
Pero un enano que le gusta trasnochar,
con las manos en las bolsas, se pone a chiflar.
El amigo Trompetilla
va silbando su tonadilla.
Esponjando un cachete,
chifla y chifla su sonsonete.
El conejo Pelusilla
por su cueva la oyó pasar.
¡Largo de aquí, deja dormir,
porque tengo que madrugar!
El enano no hizo caso
y se fue marcando el paso.
Desde un árbol muy frondoso,
furioso gritó el cucú:
¡Largo de aquí, deja dormir,
pues qué te has creído tú!
El enano no hizo caso
y se fue marcando el paso.